La
locución del siglo XXI, orientada a la realidad histórica y social, de las poblaciones
indígenas de Guatemala.[1]
LAS
EXPECTATIVAS DE LA
LOCUCIÓN DEL SIGLO XXI ACERCA DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS EN
GUATEMALA.
La
locución en los idiomas indígenas de Guatemala, se respalda en la declaración
universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea de las Naciones
Unidas, en París, el 10 de diciembre de 1948.
Dicha
normativa en su artículo 19 establece:
“Todo
individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y
recibir informaciones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, (Lo
resaltado en negrilla es del autor) por cualquier medio de expresión” .
Lo
que implica que, la ciudadanía tiene derecho a informarse y a ser informado en
su propio idioma. No es una invención humana, ni una eventualidad existencial;
lo que le permitirá un mayor y mejor desenvolvimiento, revelarse a otras
latitudes y de darse a conocer al mundo.
La
locución en los idiomas indígenas en Guatemala, es sin duda el vehículo que conduce
la información a la conciencia del hombre y de la mujer, porque emplea los
mismos códigos, en un mismo marco conceptual y referencial, dentro de un mismo
marco histórico.
La
información en este sentido, contribuirá de gran manera a su formación y por
ende, a su transformación a una vida genuina, dentro de su misma cultura, y que
se traduce en la expresión más clara de su ser, su cultura, su nación.
Es
a través del conocimiento pleno y cierto de los mensajes, transmitidos en su
propio código, que el ser humano se dignifica hasta la estatura del más excelso
título que pueda ostentar y que encierra el cumplimiento del máximo propósito
de su existencia.
Basado
en lo anterior, se declara que la locución en el idioma de los pueblos
indígenas de Guatemala, debe aceptar el reto de ser promotora y facilitadora
de, no solo un cúmulo de información sobre el desarrollo del ser humano, sino
de mensajes vivos, contundentes, que contengan verdades absolutas, capaz de
transformar cualquier ser humano.
Esta
afirmación, llevará al pueblo indígena de Guatemala, en su conjunto a la
búsqueda de nuevas y mejores vías de entendimiento y estrategia para cumplir
con el propósito mayor, tal como lo reza el Pop Wuj:
“Che
ch’ab’e’x konojel, maj jun, maj kieb, ke k’oje’kan chikij le nik’aj” ; levantar
a cada hombre, a cada mujer, levantar a todos en la búsqueda del bien común.
La
tarea de educar y formar opinión, es también parte de las responsabilidades del
locutor, esto es tan importante que, desde la emisión de la voz, está
inculcando cómo pronunciar correctamente la palabra; lo que implica que, el
locutor es y seguirá siendo el elemento que participa en la recaudación, recuperación
y la consolidación de términos de los idiomas indígenas, principalmente los que
se encuentran en vías de extinción, como el Chortí.
Es
admirable recordar las responsabilidades del locutor y por lo mismo, con la
frente en alto, se afirma que, esta labor, tiene en sus hombros una gran
responsabilidad, la de llevar información, para la formación y transformación
de los hombres y mujeres hacia otros niveles superiores de vida.
A
continuación se expone algunas peticiones que desde la visión del locutor, se
considera importante poner a consideración a las instituciones y organizaciones
sociales indígenas de Guatemala.
1.
QUE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS REFLEXIONEN Y EVALÚEN LO QUE ESTÁN PRODUCIENDO, A
NIVEL RADIOFÓNICO
Una
de las tareas fundamentales que deben enfrentar las comunidades indígenas de
Guatemala en estos tiempos, es detenerse y evaluar su labor.
Ante
una situación mundial tan decadente, donde la influencia de otras culturas, y
medios electrónicos es constante y permanente; es necesario no seguir esperando
a que otros salgan a su encuentro.
Más
bien, recordar que la prosperidad surgió en épocas pasadas, cabe mencionar el
calendario maya, que es uno de los más exactos del mundo, porque los
lineamientos fueron otros. Estamos en otros tiempos, pero también hoy se cuenta
con mejores y mayores recursos, necesarios, indispensables e imprescindibles
para levantar a líderes indígenas en el campo de la locución, hombres y mujeres
de su propia cultura, en su propia lengua e idiosincrasia.
De
tal manera que, las producciones en español no requieran únicamente su
traducción o adaptación a los idiomas indígenas, sino que la idea de su diseño
debe surgir en la cultura de dichos idiomas y fundamentalmente del espíritu de
la colectividad indígena.
2.
QUE LOS PROGRAMAS SEAN MENOS DE ENTRETENCIÓN Y MÁS FORMACIÓN
En
el Siglo XXI, pareciera ser que el hombre exitoso es aquel que tiene una agenda
llena de compromisos que constituyen su forma de vida. Sin embargo, el mucho
hacer no necesariamente produce mucho. Las actividades saltan una a otra, sin
tiempo para evaluar que tan trascendentes fueron o notar su efecto en la gente
a largo plazo.
Se
ha fomentado la participación espectadora de la gente, pero no se les ha
proporcionado la educación que requieren para su transformación, construcción,
entendimiento y apoderamiento de su misión.
La
locución debe convertirse pues, en la primera promotora, concientizadora e
impulsora del proceso educativo indispensable en la formación de nuevos
locutores.
No
se trata únicamente en llenar la programación de la radio con programas de
entretención y/o retener la atención del auditorio, sino de levantar en ellos
la fuerza que llevará el mensaje vivencial.
CONCLUSIÓN:
No
se puede negar que la locución tiene tremendos retos, que en determinados
momentos parecieran sobrepasarse por su complejidad y magnitud: las multitudes
necesitadas son abrumadoras, las necesidades de estas multitudes son complejas,
el tiempo es corto.
Ante
este panorama, lo impostergable, es formar un frente común, en el cual
directores de medios, creativos, locutores, programadores, operadores, se
unifiquen en la persecución de los mismos fines.
Que
las organizaciones sociales indígenas como parte de la sociedad civil,
fortalezcan sus programas de desarrollo sobre la base de la cordialidad y
trabajo común, donde se acepte, se apoye e impulse las acciones conjuntas para
el logro del bien común.
[1] Cush, Benjamin. Ponencia de la Cámara de Locutores
Profesionales de Guatemala al Primer
Encuentro Hispanoamericano de la
Locución, Varadero, Cuba 2008.
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