lunes, 6 de agosto de 2012

LOCUCIÓN Y REALIDAD DE GUATEMALA. Benjamin Cush - II PARTE


La locución del siglo XXI, orientada a la realidad histórica y social, de las poblaciones indígenas de Guatemala.[1]

INFLUENCIA DE LA LOCUCIÓN EN LA POBLACIÓN INDÍGENA DEL PAÍS.

• LAS FALLAS.

Varias han sido las fallas que se han tenido, particularmente, cuando el locutor no se mantuvo en sintonía con la realidad cotidiana de los miembros de las comunidades indígenas y con la dinámica interna de sus organizaciones.

Entre las fallas que se pueden detectar hasta la fecha, se encuentra aquellas en las cuales los locutores de habla indígena, en sus transmisiones utilizan términos prestados al idioma español, la cual ha sido repetitiva, lo que ha incentivado que muchos hablantes de éstas comunidades, imiten o utilicen también préstamos al idioma español cuando hacen uso de su propio idioma, creyendo que porque lo dicel locutor, eso está bien dicho.

Esta influencia negativa en la locución repercute en el desarrollo y conservación del idioma indígena.

Esta forma de locución, crea dependencia de patrones de pensamiento y de formas de comprender la cosmovisión un tanto extrañas al pensamiento original de estas culturas y más emparentado a la cultura y a la ideología occidental, podría decirse entonces, que estamos frente a una transculturización de los idiomas.

¿Qué otras fallas lamentables, además de las ya mencionadas previamente, se han tenido en todos estos años y que dan cuenta de las enormes grietas que se tuvo en la formación académica de los locutores?

Fallas que afectaron notablemente la tarea de equipar al locutor que se dirige a estas comunidades, desarrollando una labor profesional ejemplar y distintivo, consolidando su identidad, y su cultura, al utilizar su idioma indígena desde el inicio hasta el final de su programa, fortaleciendo así el principio constitucional “ que el idioma es una de las bases sobre los cuales se sostiene la cultura de los pueblos, siendo el medio principal para la adquisición, conservación y transmisión de su cosmovisión, valores y costumbres, en el marco de las culturas nacionales y universales que caracteriza a los pueblos mayas, garífuna y xinka”.

Quizás la otra falla que se ha tenido, es la configuración de un rostro público, el cual se presenta cuando un alto funcionario público o candidato a elección, se presenta ante estas comunidades, pronunciando unas que otras palabras en el idioma de la comunidad, con el objeto de impresionar al auditorio o con el ánimo de parecerse familiar.

Sin embargo en muchos casos, estos funcionarios públicos o candidatos a elección, ante su falta de conocimiento del idioma, emplean a un traductor o intérprete. Pese a ello, una vez alcanzado sus intereses, se olvidan de estos idiomas.

De lo dicho hasta aquí, algunas preguntas se pueden plantear, siempre con la intención de examinar críticamente la relación entre las comunidades indígenas y las instituciones de formación de locutores.

¿Qué estrategias se tiene que desarrollar para lograr la formación de locutores indígenas, que respondan a los intereses, necesidades y expectativas de las poblaciones indígenas?.

Para responder a esta pregunta, se sugiere el establecimiento y desarrollo de métodos, mecanismos, instrumentos y procedimientos para dar cumplimiento a lo establecido en la Ley de Idiomas Nacionales, contenida en el Decreto Legislativo 19-2003 del Congreso de la República de Guatemala, en cuanto al uso y aplicación de los idiomas nacionales, en la prestación de todos los servicios públicos que brinda no sólo el Estado, sino sus entidades descentralizadas y autónomas, así como en el ámbito privado.

• LAS LIMITACIONES

Una manera de explicar –y en ocasiones de justificar- las fallas ya mencionadas, puede ser: 1) La carencia de profesores especializados en locución, en los distintos campos de la cultura de los 24 idiomas nacionales. 2) La ausencia de recursos bibliográficos distintos a los usuales en el idioma español.

En efecto, asuntos fácilmente detectables como la mentalidad occidentalizada de algunos locutores indígenas y la escasez de una reflexión hacia sus respectivas comunidades.

Todo esto puede justificar el desinterés que se ha tenido en estos últimos años, por atender a las comunidades indígenas.

• LA AGENDA

Del análisis somero de los aciertos, las fallas y las limitaciones detectadas en la relación entre comunidades indígenas y los centros de formación de locutores que se ha tenido hasta ahora en Guatemala, se puede intentar bosquejar una agenda que permita avanzar un poco en este campo y transformar el rostro público de locución en idiomas indígenas, en la que paso a paso los interesados en esta noble profesión, se acercarán, viendo que surgen posibilidades de profesionalizarlos.

Como insumo para la discusión entre comunidades indígenas e instituciones encargadas de la formación académica de los locutores, se propone los siguientes puntos a tratar:

1. Rediseñar el sistema curricular o el plan de estudios de los centros de formación académica de locución, (Academias, institutos, escuelas, universidades), al incluir el aprendizaje de un idioma indígena y el conocimiento de las cultura y su cosmovisión, de tal manera que se busque a los locutores graduados, respondan, no solamente a las necesidades coyunturales de las comunidades indígenas, sino también a los desafíos concretos que tienen los miembros de dichas comunidades que luchas por un desarrollo sostenible.

2. Para que esto sea posible no solo es necesario, sino indispensable conocer de cerca el qué hacer de dichas comunidades, caminar al lado de ellos “a pié”, porque los interés cotidianos de ellos no precisamente coinciden con las palabras que se insertan en las planificaciones a nivel de escritorio.

3. Se requiere a demás que, los locutores indígenas en servicio, -quienes son en su mayoría líderes de opinión en los asuntos de sus comunidades-, sean tomados en cuenta para impulsar programas de formación y capacitación.

4. Implementar un plan intencional de formación de docentes con conocimiento y dominio de la cultura indígena nacional, su idiosincrasia, de tal forma que para la prestación de sus servicios, tengan el perfil lingüístico de hablar o estar dispuestos a aprehender el idioma de una de las comunidades; aspectos indispensables para la formación de locutores en idiomas indígenas.

5. No tanto para que se profesionalicen y se conviertan en expertos, divorciados de la locución tradicional, sino para que, estando capacitados en las distintas disciplinas vinculadas con el que hacer del locutor en idiomas indígenas, sean capaces de coadyuvar a la articulación de una locución forjada en el camino del servicio, e iniciar el reto de superar la inclusión, mejorando la imagen de Guatemala ante el mundo, al generar políticas de atención con pertinencia lingüística y cultural.

6. Para este plan, se requiere una inversión económica y se sugiere apostar por los más jóvenes –mujeres y varones- que tienen todavía la capacidad de tener una visión de país a largo plazo.

7. Pensar colectivamente en el tipo de locuciones locales que se quiere forjar, entendiendo que será el producto final que se obtiene como resultado del proceso de formación académica que se darán en las casas de estudio.

8. Para forjar las locuciones locales en idiomas indígenas, será necesario convocar a las organizaciones representativas de dichas comunidades, para escuchar sus planteamientos, de tal forma que, el locutor graduado en idiomas indígenas, sea el reflejo y el sentir de dichas comunidades.

9. Se necesita una reingeniería de la estructura administrativa de los centros de estudios y sobre todo, de la estructura mental de sus conductores. No olvidar que los servicios de pertinencia lingüística y cultural son parte de los Acuerdo de Paz y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y que serán viables de implementarse a todos los niveles porque se oficiará una situación de hecho, en los 122 municipios donde existen más del 80% de población indígena y donde en 27 municipios el 60% es de población maya. Son 149 municipios que representan cerca del 45% de municipios del país.

10. Los indígenas guatemaltecos, si leen, escriben y escuchan su historia, sus tradiciones y costumbres; los acontecimientos sociales, científicos y culturales de otros países, en sus propios idioma, a través de la radio y la televisión, no tendrían el más mínimo problema de entender la vida, de comprender que son parte de un todo y que sus condiciones nos los aparta, ni los divorcia de la universalidad.


[1] Cush, Benjamin. Ponencia de la Cámara de Locutores Profesionales de Guatemala al  Primer Encuentro Hispanoamericano de la Locución, Varadero, Cuba 2008.

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