miércoles, 1 de mayo de 2013

DON ENRIQUE ARCE BEHRENS - SEÑOR DEL BUEN DECIR


En la pintoresca población de Patulul, departamento de Suchitepéquez, fue donde vino al mundo Enrique Arce Behrens, a eso de las dos de la madrugada del 30 de julio de 1925. Hijo del ingeniero electricista Enrique Arce y de doña Paulina Behrens, tercero de nueve hermanos: Olga, Francisco, Alfredo, Marta Emilia, Gertrudis, Fernando, Clemencia y Julia. En 1926, a la edad de 10 meses, fue víctima del paludismo por lo que la familia se trasladó a la ciudad capital.

"De párvulos estuve primero en el colegio Natividad, después pasé al colegio María Auxiliadora, de las hermanas Montealegre, tías del gran Mario Lara Montealegre, un gran compositor, un pianista que falleció en el accidente aéreo de Petén. Luego pasé a la Escuela Costa Rica que estaba en donde ahora se ubica la Escuela Nacional Central de Ciencias Comerciales tanto diurna como nocturna, atrás del Instituto Nacional Central para varones. Después estuve en la Escuela Serapio Cruz, y fue mi profesor de sexto año, quien más tarde fue compañero de labores en "La Tremenda Corte" de Mejoral, el gran Armando Moreno Morales".[1]

 “Mis tíos abuelos, mamá y papá, creían que iba a ser sacerdote porque era acólito de la iglesia San José, me gustaba jugar a las procesiones con los compañeros de la cuadra o manzana donde vivíamos, con tablitas hacíamos las andas y con algunos cromos los recortábamos e íbamos simulando esa costumbre muy arraigada en Guatemala para Semana Santa”.[2]

“Luego pensaron que iba a ser militar, porque con un amigo mío que por cierto ya falleció, Miguel Ángel Vesco, nos gustaba cuando teníamos 16 o 17 años ir a ver la tropa del Cuartel de Matamoros, hacíamos ejercicio y fuimos a examinarnos para ingresar a la Escuela Politécnica. Que lindo!!! Queríamos ser cadetes!!! Pero Miguel Ángel se enfermó, y si no entrábamos juntos, pues yo solo no iba… cuando faltaba un solo examen, el antropométrico, me da una peritonitis que me tuvieron que operar, la ilusión se desvaneció”.[3]

“Meses después me examiné para la Escuela Superior de Agricultura, que ahora se llama Instituto de Ciencias Agrícolas, en ese tiempo estaba en la Alameda, Chimaltenango. No quiero parecerle exagerado, había dos becas para el departamento de Guatemala, yo gané una de ellas y me fui a estudiar allá. Estuve un poquito más de un año, y ahí precisamente empezaron mis inquietudes artísticas. La II guerra mundial estaba en su apogeo, 1941-42. Me gustaba imitar a Winston Churchill, Roosevelt, Musolini, Hitler, y no lo hacía mal”.[4]

En una fiesta de cumpleaños del pianista Mario Forno Herrera, Arce Behrens hizo sus imitaciones ante los invitados. Al darse cuenta de su talento, Forno lo invitó a hacerse una prueba en el Teatro Palace, con el promotor de espectáculos Roberto Jordán.

Así dio inicio una de las más brillantes trayectorias de la época de oro de la radiodifusión guatemalteca. La voz de Enrique Arce Behrens llegaría a escucharse en las principales emisoras de Guatemala, México y los Estados Unidos.

Era alto de estatura, con un tono señorial, pulcro al hablar, sin lugar a dudas un caballero. El traje completo y la corbata estaban hechos para él, sabía lucirlos con propiedad. Usaba las palabras como un verdadero artista, empleando expresiones apropiadas a cada ocasión. Su sonrisa franca y espontánea era como una luz en los escenarios donde se presentó. Fue un gran animador, con mucha clase, y algunas veces picardía pero sin pizca de vulgaridad.

Un filme poco conocido, pero igualmente coproducido con México fue rodado también en nuestro país en 1953. Se trata de El Cristo Negro (Carlos Vejar hijo y José Baviera, 1953), que contó entre su elenco con Enrique Arce Behrens, un conocido locutor de radio quien también tuvo contacto con la animación en televisión. Este filme fue estrenado hasta 1955.[5]

Lo recuerdo como uno de los elegantes presentadores del programa de televisión Casino de la Alegría, que luego pasó a ser el Show de J. A. Guzmán, a la par de Roberto Bocaletti y Gilda Pinto Bonilla, en la década de 1970.

También interpretó con gran jocosidad al tremendo juez de la Tremenda Corte, a través de la radio.

En 1984, por unos breves momentos, compartimos escenario en la Feria Nacional efectuada en la Parque de la Industria. A mi me tocó alternar con Mario Aceituno Prado y Chilo Pérez, destacado locutor de la Ciros Musical, en la presentación artística del departamento de Guatemala. Arce Behrens conduciría el programa de la noche, platicamos y bromeamos durante varios minutos. Fue un gran honor para este servidor.

Fue uno de los homenajeados por exitosa trayectoria durante el 25 aniversario de la Cámara de Locutores Profesionales de Guatemala, en el 2009.

Su fotobiografía fue incluida en la exposición “Personajes Destacados de Nuestros Barrios”, agosto 2010, que se realizó en el Antiguo Convento de Santo Domingo,  homenaje a personas que con su trayectoria y desempeño profesional se han logrado convertir en dignos representantes de los vecinos del Centro Histórico. La suya fue la biografía de uno de los 25 personajes destacados de los barrios de La Merced, Moderno, San José, Candelaria y la Parroquia, fueron presentados por el Colectivo Cultura Pie de Lana durante el XIII Festival del Centro Histórico.

Enrique Arce Behrens, de 87 años, falleció el domingo 28 de abril 2013 a las 15 horas por padecimientos de cáncer, su cuerpo fue velado en Funerales Reforma de donde fue trasladado al día siguiente para recibir cristiana sepultura en el Cementerio Los Cipreses. Su esposa, Olga de Arce, falleció pocos días antes.


[1] Entrevista de Jorge Oliva Ordóñez en Revista Cancha Abierta, noviembre-diciembre 1990.
[2] Idem
[3] Idem
[4] Idem
[5] Hacercineenguatemala.net